Los productos de confitería, como caramelos, chicles de fruta y grageas de chocolate, son piezas individuales pequeñas, del tamaño de un bocado. Medir el color de un solo caramelo, por ejemplo, no es posible debido a su superficie pequeña y desigual. Sin embargo, incluso cuando se mide una cantidad determinada en una cubeta, los trozos se posan de forma diferente en el fondo de la cubeta cada vez, por lo que habría que hacer la media de muchas mediciones individuales para obtener resultados repetibles.
Por eso HunterLab recomienda la medición del color sin contacto con el espectrofotómetro Aeros, específico para confitería. El sensor del Aeros se asienta excéntricamente sobre el borde de un plato que contiene una gran cantidad de la muestra
Durante la medición, la cubeta gira una vez bajo el sensor. En el proceso, se disparan 35 destellos de medición en cinco segundos y se promedian para obtener el resultado. De este modo, en un solo proceso se evalúa una superficie de medición de unos 177 centímetros cuadrados, lo que significa que esta medición corresponde a unas 20 mediciones individuales convencionales en una cubeta y, por tanto, es muy representativa.
La medición es muy sencilla:
- Vierte o vierte el producto en un bol
- Coloca el bol en el plato giratorio
- Activa la medición pulsando un botón
- Leer valores después de 5 segundos
Este método de medición sin contacto es muy fácil de utilizar y los resultados de medición son extremadamente precisos y repetibles.
Según las necesidades, el color de los aperitivos dulces y las golosinas también puede medirse en línea dentro de la línea de producción. HunterLab ofrece la solución adecuada para determinar valores de color precisos y fiables para todos los métodos.